'' VAMOS, VAMOS LA VELA, VAMOS LA VELA DE MI CORAZÓN '' se escuchaba entre la multitud que accedió a aquel lugar, a ver a una de sus bandas preferidas. Mientras pasaban un DVD, en una pantalla gigante que mostraba la historia de aquella banda uruguaya, las personas no paraban de cantar, aplaudir, o saltar, mostrando la euforia que se venia para aquel recital. Terminó, las luces se prendieron, y todo estalló en cuestión de segundos.
'' Normalmente anormal '' se tituló aquel recital y fue la canción de apertura. La muchedumbre comenzó a saltar, pegarse, empujarse, todo lo típico de un buen recital de rock. Todo iba perfectamente, hasta que a mi amiga se le perdió todo, y entonces nos perdimos dos canciones buscando las cosas. Encontramos algunas, y otras no. Luego, seguimos disfrutando del excelente recital, saltando, cantando sin parar, empujando, recibiendo golpes, y viendo al enano y a cebolla cantar con toda la energía.
En un intento de llamar a alguien para escuche otro gran temon como '' Va a escampar '' mi celular voló por la multitud y así fue como lo perdí. Pero en ese momento, nada me importaba, solo quería apreciar el momento y divertirme, por lo tanto, no le di interés a ese aparato electrónico que, perdiéndolo, me di cuenta que es indispensable para el ser humano. Canté a ''todo pulmón'' todas las canciones, emocionada, deseando que nunca terminara. Pero, luego de 3 horas, finalizó.
Corrí al escenario a conseguir algo de la banda, y así totalmente destruida, me tiraron una remera de algún integrante de ella, totalmente chivada, desagradable, pero al fin, había logrado mi cometido y estaba feliz. Nos quedamos como una hora, buscando cosas, entre ellas, mi celular y el de mi amiga, los cuales no los encontramos obviamente. Desde el escenario nos devolvieron algunas cosas, que la multitud las había tirado al encontrarlas en el suelo, y recuerdo que, en un momento del recital, las llaves de mi amiga habían volado hacia el escenario y casi le dan al Enano.
'' Grande Cocho '' fue la frase de la noche. Aquel misterioso hombre, nos hizo la gamba en nuestra búsqueda intensiva de objetos perdidos, e invito a dos amigas a conocer a un par de ellos. GRANDE COCHO! realmente .
Fue una noche turbulenta, pero excelente. No veo la hora de que vuelva La Vela a tocar a La Plata. Aunque hayamos perdido cosas, o nos hayan cagado a palos en el pogo, fue una de las mejores noches lejos. Y como dicen ellos: '' Y mi locura no esta nada mal, muy importante es no parecer ''.

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