lunes, 5 de noviembre de 2012

A veces pienso..

A veces pienso cuando comenzó todo esto...
A veces pienso porque empezó...
A veces pienso cuanto mas me enroscaré...
A veces pienso si recordaré esto...
A veces pienso si no ....
A veces pienso si enloquecere...
A veces pienso si hay que seguir...
A veces piens si hay que quedarse...
A veces pienso tantas cosas...
A veces hago tan pocas...
A veces, solo a veces, creo que esto es momentaneo...
A veces pienso que va a pasar...
A veces pienso que todos son garcas..
A veces pienso que exagero..
A veces pienso que estan todos bien...
A veces pienso que estoy bien..
A veces me engaño...
A veces no me engaño, es real...
A veces pienso...

A veces me gustaría dejar de pensar.

martes, 18 de septiembre de 2012

Aquel Lugar no era como el ''otro lugar''.

Creía que era una fuerza inminente. Que nada en el planeta podría atravesar esa roca que la rodeaba. Creía que siempre, pase lo que pase, uno tenia que ser fuerte, poder sostenerse, ser impermeable al resto. Porque si no lo lograba, no iba a poder seguir en el mundo cruel y competitivo que vivía. No podría enfrentar el destino que le había tocado, no sino se convertía en esa persona.

Esa mañana se levantó y sintió que ya nada era lo mismo. Lo que habia ido a buscar en Aquel Lugar, habia desaparecido,  y solo quedaba un reflejo de su pasado, del ''otro lugar''. Ese otro lugar oscuro, de soledad, de tristezas, de superficialidad, de ironías, de burla, de poca simpatía. Ya no queria volver a ese lugar, sin embargo, esa mañana sintió que debía volver. Extrañamente, miro al otro lugar como su refugio. Y el lugar mas pensado para su felicidad, se había convertido en su propio infierno. Una marea de miradas, opiniones, situaciones, de inseguridades, de soledad, de angustia determinada.

Ahí es cuando comenzó a creer que tal vez, todo eso que se habia llevado de el ''otro lugar'', no iba a cambiar en Aquel Lugar. Durante mucho tiempo, habia esperado que Aquel Lugar no se pareciera en nada con el ''otro lugar''. Se habia ido en busca de una realidad totalmente diferente. Habia vuelto a las miradas, a las burlas, a la soledad, a las situaciones, a la angustia determinada. A todo eso, que habría querido olvidar.

Pero no había pasado. Nada habia pasado, y ese pasado, volvía a ser su presente.

Esa mañana busco en Internet los horarios, tomo su pastilla de la Tiroide. Después de media hora, como estipula el medicamento, prosiguió a desayunar. Miró por la ventana una vez más, Aquel Lugar, lo que había cambiado.

Se acordó cuando llego y todo era nuevo, todo era una fiesta. Todo la llenaba, la hacia feliz, cuando pudo sortear algunas dificultades y continuar. Pasado el año, cuando se mudó, cuando creyó que por fin era libre y ese era su lugar en el mundo, cuando las personas se veían bien. Eso creyó, tan ingenua. Solo le faltaba hacer algunos movimientos malos para volver a el ''otro lugar'', que hoy, en esa mañana de lluvia, comenzaba a ser un refugió.

''A veces, es mejor seguir huyendole al destino'', pensó. Tal vez, no estaba huyendo, solo continuaba. Se acordó de su amigo Riso, y se preguntó porque no seguir su rumbo. Si uno no encuentra su lugar en el mundo, tal vez debe salir a buscarlo.

Ya no era fuerte como esos super héroes que tanto admiraba




lunes, 23 de julio de 2012

Podríamos también ser extraños.

Sabía que mañana volvería a verla. Sentada enfrente suyo, tomando mate, riendo, disfrutando de la escena. Sabía en lo mas profundo que aún le dolía, toda la naturalidad en la que se sumergiría cuando la viera iba a ser después, muy dolorosa. Esa ausencia que ya desde hace un año le molestaba, apretaba profundamente aquella herida que no cerró. Que no cerraría jamás.

Y sabia que su propia actitud no iba a ser otra que la de una persona enojada, dolorida. No podría volver a soportar otro grado mas de hipocresía y toda esa parafernalia que se crearía alrededor. Entonces entró a pensar que era lo que en realidad mas le dolía, tener que enfrentar la verdad y superarlo o tener que cruzarla actuar como si todo fuera perfecto.

Se sintió por primera vez en muchos años traicionada, sentía que muchas personas alrededor no valían la pena, empezó a ver toda la mentira que le rodeaba, y agarrarse de quienes aún le demostraban confianza. Pocos, pero valiosos.

Faltaban tan solo unas horas, el reloj giraba cada vez mas rápido y ese dolor comenzaba a ser mas fuerte cada vez que se acercaba el momento. No sabría que esperar, un saludo cordial, una mirada, un silencio, la lengua enmudecida, el corazon latir a mil por hora, no sabía que podria pasar en el momento que la viera.

Entonces, escuchó una canción de Keane, una que le gustaba mucho y empezó a tararearla. Se la cargo al celular y se fue a dormir. Entrando al sueño solo escuchaba ''we might as well be strangers in another town, we might as well be living in a diferent world, we might as well, we might as well be strangers''.

Sabia también en el fondo, porque habia elegido esa canción.

jueves, 7 de junio de 2012

En el medio.

Remera por remera mientras se reproduce ''No woman no cry''. Pensé la idea de ordenar antes de cerrar la puerta. Apuré el bolso, metí los últimos detalles en los bolsillos de los costados y la dejé a un costado. El departamento era un desastre. Platos sucios, ollas con comida, olor a cigarillo, y ropa tirada por todo el living-comedor. Deje todo como estaba. Entre la multitud de cosas, está el, cocinandome para no irme con la panza vacía.

Me senté a esperarlo, mientras que en el televisor aparece 6-7-8 y el debate sobre la despenalización de la marihuana. Se me ocurrió pensar que sería de mi si consumiera, probablemente estaría aun mas en otro mundo. Pero que por otro lado estaría mas feliz. Me puse a pensar en como todos buscamos la felicidad desesperadamente, a fin de recurrir a lo que fuere. Que estúpida idea, la felicidad como algo abstracto, como algo que podemos conseguir en su plenitud. Que ingenuo pensar que la felicidad es el secreto de la vida. Quien dice que siempre esta feliz, es porque claramente no vive en el planeta tierra.

Hace poco mi padre me había contado que en el 2015 la enfermedad que mas va a predominar, todo esto a partir de los dichos de un psicólogo reconocido mundialmente, iba a ser la depresión. El hombre no esta preparado para vivir en el mundo que vivimos, en la sociedad a la que pertenecemos. La constante sobre-exigencia de la vida, las presiones, el stress, la mirada del otro presente, y el sedentarismo, nos va a llevar a que la depresión sea la enfermedad por excelencia en pocos años.

Ahí entendí el porque de mucha tristeza en las personas, por eso también supe que cuando volviera, si es que pasaba, no sería de la misma forma.

Me pregunte también si estaba mal ser medio loco, porque si no tenemos un poco de locura, no hay psicólogo que pueda repararnos. Si no descansamos nuestras cabezas y nos ponemos a imaginar, soñar, divagar por otros mundos, no podemos descansar los pensamientos que no son buenos.

Este miércoles era diferente. Corté con la semana para irme, dejando atrás responsabilidades. Sin esperanza, porque la esperanza implica ''espera de algo que puede pasar'' y no nos permite accionar. Nos deja esperando y yo tenía que actuar.

Cada cuadra más cerca de la Terminal me alejaba de mi vida cotidiana, me separaba de las cosas que había elegido para mi. Parecía que las cuadras se despedían como si no pudiera volver a verlas. Y las hojas se iban cayendo como mis ojos a través de las horas.

Terminal de Colectivos y el frío de un invierno que ya comenzó. Uno de los besos mas largos que dí en mi vida, fue lo que marcó aquella despedida.
El colectivo arranca y el me seguía mirando, diciéndome en mímica ''Te Amo''. Y yo solo podía pensar en no llorar.

domingo, 6 de mayo de 2012

La mujer del otro lado.

El sol me despertó. Ese maldito agujero de la persiana hacía que todas las mañanas me despertara. El frío otoñal comenzaba a sentirse a través de mis pies. No quería salir, me rehusé a salir, y el despertador sonó. ''Otro día mas en el planeta tierra'', diría Pity Alvarez.


Pantalón, remera, saco, pantuflas, broche, espejo. Me vi diferente a todas las mañanas. Estaba rara, distinta, no era mi rostro lo que tenia en frente. El rostro de aquella mujer tenia ojeras, los ojos hinchados, la cara flaca, pálida y el pelo mas blanco. Observé detenidamente. A cada gesto mío, la mujer del otro lado respondía. La miré, la miré, cerré los ojos y los volví a abrir. Allí estaba, devuelta mi rostro, ya no aquella extraña. Me lave la cara y salí rápidamente del baño.


Como todas las mañanas, la pastilla. Esa pastilla que me hace funcionar cada día.Nunca me gusto tomar medicamentos, y ahora tenia que tomarlo de por vida. Era injusto pero necesario, por eso la tomé. Espere como dice el prospecto media hora. Mates, galletitas de agua, y el reloj marcándome. Era como una persona que me repetía ''Vas a llegar tarde'' cada cinco minutos.


Esa mañana se estaba nublando, iba a llover. No quería caminar 15 cuadras para llegar a la Facultad. Me acordé cuando algunos días que llovía, mi viejo me dejaba faltar al colegio. Deseaba que volvieran esos tiempos, pero tenía que ir. Me fume el primer pucho de la mañana, mientras miraba la ciudad desde mi ventana. Se veía tan gris, como el pelo de la mujer del espejo. Me cambie rápidamente, agarré el bolso, que tenía mas papeles de golosinas que cosas para leer, y arranqué.


Tenia frío. No habia nadie en la Facultad, solo yo y la mujer del espejo en mi cabeza. Quería  volver a verla, saber quien es, porque se me aparece. Fui al baño, me miré, pero no la vi. No quería aparecer, o tal ves, ya no quería verme.
Empecé a preguntarme porque no quería verme, porque no aparecía como hoy por la mañana, ese rostro cansado.


Mates en la mesa, mates en la cursada, risas, comentarios,  miradas, llamadas, mensajes. Todo me distrajo hasta la tardecita del rostro de aquella mujer.


Llego y estaba el. Sentado frente a la computadora, serio, me mira. Sabía que algo andaba mal.


- Hola.
- Hola
- Estas bien?
- Si, estoy bien. ¿Vos?


[Estas son las conversaciones previas a enterarte que algo pasa]


- No la quiero.
- ¿Qué?
- Es diferente... con tan solo mirarla, me doy cuenta.
- ¿Vos también la ves?
- ¿A quien?
- A ella.
- La estoy viendo.


Corrí al espejo, y ahí estaba.  De vuelta, la mujer del otro lado. Con ese rostro viejo y cansado, recordándome como los días pasaban y los estaba dejando ir. Parada frente a mi, mirándonos a través del espejo, esa mujer era yo.


Esa mujer, no era mas que el reflejo de mis propias penurias, de mis lados mas oscuros.
Pero allí estaba él, sosteniéndome, queriéndome de la misma forma aún sabiendo que no le gustaba esa otra mujer.


''La vida de un hombre es un miserable borrador, un puñadito de tristezas que cabe en unas cuantas líneas. Pero a veces, así como hay años enteros de una larga y espesa oscuridad, un minuto de la vida de un hombre es una luz deslumbrante”. - Haroldo Conti -

sábado, 10 de marzo de 2012

Ceremonia en la tormenta.

'' Fuego prendes, un leño acercas, paladeas castañas asadas. Y miras el mar y la vida se ve demasiado gris, sin deseos. Y hay ceremonia en la tormenta, poderoso dios del amor, envía la tormenta ya! ''

Tragos, hielos, risas, mensajes sublimes recorren la noche de tormenta. La consigna en esta tempestad es resistir, sin importar. El cielo se pone mas oscuro, intenso y turbio. El sonríe sin piedad, sabiendo el mal que hace, y ella trata de entender porque esta haciéndolo.

Pocos saben lo que es estar, en el medio de la tormenta, y no saber a donde disparar.

martes, 6 de marzo de 2012

El ser que no puede ser.

Soplaba el viento como nunca antes, en la ciudad de las diagonales. No podía dormir entre el ruido de la ventana y los autos de la calle.
Sentí que era el momento de ponerle una traba al vidrio para poder descansar, y una vez que lo hice, volvíó a sonar como si nada hubiera pasado. No servía, todo lo que hiciera no tenía sentido.

Nada hubiera pasado sin esa ventana, si no pudiera ver a través de ella.

Del otro lado, solo se veían nubes y una tormenta que se avecinaba. Tuve miedo, me abrace, me senté en un rincón y la lluvia cayó. No era un simple diluvio de mes otoñal, era una catarata de agua que recorría las calles y cada rincón de la ciudad.
Me quede observando la ventana, esperando que parará, esperando que se cerrara magicamente. Se detuvo por unos instantes y volví a acostarme.  A los segundos, comenzó aún peor. Parecía que habia demasiada agua acumulada en el cielo.

Habia demasiada agua acumulada, y los pobres arboles no pudieron retenerla. La ciudad fue invadida por aquella sustancia, dejándonos a la deriva, a la espera, de que saliera el sol o parara de llover.

Pero en ese mundo, de los ya perdidos, de los sin consuelo, el sol parecía nunca salir. Y nadie pudo ser, lo que quería ser.

domingo, 4 de marzo de 2012

No todo lo que brilla es oro ...

No todo lo que brilla, es oro... no siempre las cosas son como esperábamos, no siempre las personas son lo que esperamos.
Muchos de nosotros tenemos pre-conceptos por llamarlo de alguna manera, que luego al indagar, nos damos cuenta que están errados.
Sugerimos, pensamos, ponemos las manos en el fuego porque este no sería así, o el otro sería de esa forma, y nos equivocamos muchas veces.
Algo extraño le pasó al mes de otoño. Tomó una de las decisiones mas difíciles de su vida, alejarse un tiempo de la persona que mas amaba, solo por confundirse ante la crueldad del mundo, y sus manías de querer sacarnos lo que tenemos, rasguñando de a poco en nuestros mas profundos temores.
Sintió curiosidad ante esa puerta que se le abría, a un mundo envuelto en la frialdad de los humanos, y al  exceso de placer, entonces prefirió, solo probar una gota de ese trago. Un mundo individual, donde las apariencias engañan, y solo hay un objetivo.
Quienes toman esa puerta, nunca conocerán el dulce sabor de la vida, sino pequeñas muestras sin retazos.
Decidió dejarse llevar, y terminó creyendo que podría llegar a ser su opción.


El problema fue cuando lo vio, volvió a admirar el elixir de la otra puerta que habia abandonado, ese dulce sabor penetraba por sus ojos nuevamente, solo con mirarlo una vez más. Pero habia quienes le ataban que siguiera en la puerta que habia elegido ahora, esa puerta sin miedos.

Una tarde sintió que debía decidir, no podía seguir jugando a las escondidas con las personas que habia detrás de cada puerta. Y otra vez, las nubes inundaron su cabeza, el trago amargo de la soledad y la angustia de sentir, que una vez más no podía decidirlo.

¿Qué habia detrás de cada puerta? En una, la del dulce sabor, un sentimiento muy importante, y en la otra, un mundo sin crueldad, ni problemas, con un sentimiento pequeño que crecía.

Ahi fue cuando se pregunto, que elegir... y no supo que decirle.


Lo peor de todo es que, retomando el principio, aquellas cosas que nos muestran los otros que a veces odiamos o creemos que serían incapaces, son fieles reflejos de nuestros lugares más profundos.

lunes, 9 de enero de 2012

Puerta.

Vivimos rodeados de inseguridades, de miedos, de dudas.
Miramos para adentro y reconocemos esos lugares oscuros, y es allí donde muchas veces nos encontramos.


Tememos preguntar muchas cosas solo porque nos sentimos estúpidos de preguntarlas, y porque intuimos que no habrá respuesta alguna.
Todo el tiempo nos sentimos amenazados por algo que, ni siquiera sabemos si es real.
Si no es producto de nuestra imaginación, si no es creado por nosotros mismos para excusarnos constantemente.
Para evitar poder afrontarlo y darnos cuenta que no existe tal amenaza.


Pasamos mucho tiempo enojados por la mentira, la traición, el engaño, aquellos factores que oscurecen el mundo, pero no centramos la mirada en quienes jamas nos lo han hecho.
Buscamos constantemente que algo así pase, porque nos sentimos cómodos criticando y hablando de lo tristes que son nuestras vidas, cuando en realidad a veces no tenemos motivo semejante.


Son otras las cosas que verdaderamente oscurecen a este lugar, solo tenemos que mirar más allá.


El valor de intentarlo, de frenarnos, de mirarnos, de pensarnos, de querernos, de amarnos, es lo que hace la diferencia entre una pared y una puerta.

''Algún día todas esas preguntas serán respondidas''.

Tira de Kioskerman - Puerta